EXPOSICIÓN DEL GRUPO “ARTE Y ESTUDIO”
La cultura tiwuanacu tuvo jerarquía indiscutible en el mundo andino precolombino. Su duración se promulgó desde el siglo XIV antes de nuestra era hasta 1200 D.C. El momento de su florecimiento ocupaba vasto territorio y sumaba abundante población. De ella han perdurado monumentos señeros y variados ejemplares exponentes de su tecnología. Sin embargo, lo que atrae mas la atención radica en su expresiones artísticas. Las estatuas talladas en piedra con esmero. Las vasijas que representan a personajes de la época y los adornos suntuarios trabajados en metales preciosos, demuestran plenamente la concepción estética muy peculiar. El arte tiwuanacola demuestra fisonomía inconfundible y elaboración ajustada a tratamiento enmarcado a operaciones simétricas bien establecidas. De ahí el interés que despierta en el momento actual no solo en el hombre de estudio, sino en el medio artístico.
Se explica entonces que el grupo Arte y Estudio, conformado ya en 1970, sintiera el atractivo que dimana de esa añeja cultura, perdida en sombras de siglos. Quienes lo integran se aproximaron a ella, no con intención arcaizante, vale decir que copiar diseños en menos trasunto mecánico, ni tampoco para hacer arqueología, o sea, indagación sistemática para formular modelos científicos. Se acercaron al arte tiwanacota para recibir el mensaje que irradia y luego de asimilarlo, volcarlo al lienzo manteniendo su personalidad, mostrando como lo interpretan a través de su propio enfoque. Retoman por una parte la vieja tradición India, pero por otra tienden a crear un arte boliviano. Buena ruta ciertamente, en una hora que occidente empieza a sentir frustraciones en todo sentido.
Una actitud así merece encomio. La búsqueda de valores nacionales intrínsecos, despojándose de los prejuicios legados por el secante colonialismo español primero y después por la dependencia que enyuga a los países industrializados, que pretenden imponer sus patrones culturales. Es de anhelar que el grupo Arte y Estudio persevere en el esfuerzo, trabaje sin desmayo, para que desarrolle un arte genuinamente boliviano.
Las obras de Ana María del Carpio, Vito Cusicanqui Olañeta, Wilfredo Loza Sanabria, Julio Luís Muñoz, Víctor Hugo Arévalo Jordán, que exhiben en la presente exposición, demuestran que han cumplido su objetivo y se las contempla ciertamente con agrado. El conjunto pictórico no es homogéneo por supuesto, ya que cada uno se ha dirigido alentado por su concepción individual, aunque sin apartarse de la línea maestra trazada. No podía ser de otra manera, porque de lo contrario hubieran entrado en el dintel de aquello estereotipado.
Con el convencimiento que la exposición en el Salón Municipal de exposiciones será un éxito, hago llegar mis cordiales cumplimientos a estos distinguidos artistas. (Carlos Ponce Sanginés).
EXPOSICIÓN PICTÓRICA DE VICTOR HUGO ARÉVALO JORDÁN
En el vestíbulo de la Casa de la Cultura “Franz Tamayo” el artista Víctor Hugo Arévalo Jordán, presenta una muestra de Óleos, temperas, Pinturas químicas y al pastel.
Esta es la 21 exposición de Arévalo que volvió al país recientemente luego de una permanencia en el Perú donde presentó obras en su doble faceta de autor teatral y pintor, habiendo merecido en ambos casos elogiosos comentarios, como el siguiente dedicado a su pintura química: “muchas gentes han pensado que sus manchas son productos de la casualidad, pero, observando detenidamente el trazo y la combinación de colores y figuras distorsionadas y podemos notar en ellos el latir consciente del mundo al cuál se transporta el genio al realizar el rito de pintar. Esta vivencia de luces y líneas nos dicen el sentir comprometido en las reacciones humanas e inconscientemente nos hace pensar en los misterios y objetivos de la vida”...
En la exposición, obra de un mismo autor podemos apreciar sin embargo gran variedad en cuanto a los estilos procedimientos y utilizaciones de diversos materiales. La pintura química, tintas y ácidos, permiten al autor explayarse en el abstracto aunque no de forma absoluta, por las alusiones a zonas cósmicas que hace su pintura. El elemento químico le aporta con colores de gran luminosidad: lo que podría llamarse contrastes de una misma gama, como los azules grises y claros y los verdes del No. 9, “Génesis terrena” (foto) que parece un paisaje del primer día de la creación del mundo.
Hay una apreciación místico filosófica en “expansión” (foto). A veces el empaste crea rugosidades y relieves.
Empero el lenguaje lírico le sirve de expresión en todos los modelos utilizados, aún en los cuadros figurativos y en desnudos naturalista como el número 1 (foto)
Ultima Hora
6 de diciembre de 1974
La Paz – Bolivia.
